viernes, 13 de septiembre de 2013

Carta para una madre.

  Nunca pensé que una persona tan admirable, que ha pasado por cosas difíciles, que ha afrontado todos sus miedos, que ha luchado por lo que ha querido, me hubiera dado la vida. Algo que para mí, siempre será el mejor regalo que me hayan podido dar, algo que no hay que desaprovechar nunca y que hay que vivirlo cada momento.
Así que, algún día tendría que agradecer todo esto que has hecho por mí, en todo lo que llevo de vida, ¿no? Lo primero, muchas gracias por haberme dado la vida, gracias por haberme ayudado en los peores y en los buenos momentos, gracias por haberme dado todos esos consejos que nadie me quiso dar, gracias por cuidarme y hacerme sentir ''perfecta'' aunque cometa todos esos miles de errores, y tenga todas esas virtudes y defectos que tienen todas las personas del mundo.

Gracias por darme todas las fuerzas para seguir adelante, que gracias a ellas he podido conseguir que algunos de mis sueños se hicieran realidad, a pesar de todo ese esfuerzo que hice por ellos. Gracias por todos esos momentos a tu lado, que algún día, cuando ya no existas y hayas fallecido, los recordaré a cada hora, a cada minuto y a cada segundo de mi vida. Gracias por todas esas risas sin sentido, que hicieron que fuera feliz, aunque solo fuera en ese mismo momento.

Gracias por todos esos enfados, que aunque fueran simples discusiones, me dieron una buena lección. Gracias por darme tantos ánimos para todo, porque gracias a todos ellos, me han dado ganas de comerme el mundo, me han dado ganas de seguir luchando por todo, y también he aprendido lo bonito que es la vida, ya que gracias a ti, he podido tenerla. He podido disfrutarla en todos estos años que vivo, he podido reír, he podido hacer cosas que nunca pensé que haría, he conocido a gente que nunca imaginé que conocería.

 Podría estar mucho tiempo, agradeciéndote todo lo que haces por mí, podría tirarme toda la vida intentado explicarlo todo, podría tirarme mucho tiempo así, pero me faltaría tiempo y palabras para poder hacerlo. Me he dado cuenta, que gracias a ti he aprendido muchas cosas, cosas buenas que con el tiempo he puesto en práctica y que nunca, repito, nunca podría olvidar.
Me has enseñado que tenemos que vivir la vida a nuestra manera, a ser yo misma, a no cambiar por nada ni por nadie, a luchar por lo que me propongo, a ser feliz, a defenderme por mí sola, a que no estoy sola, a que los ''para siempre'' nunca existen y ni existirán, pero poca gente lo demuestra; a que a ella le tendré para lo bueno y para lo malo. Me has enseñado miles de cosas, has influenciado tanto en mi vida, como en la de mi hermana, y te lo agradeceré siempre, tenlo claro.

 Eres ese tipo de persona que al ver que quedan solo cuatro trozos de cualquier tipo de comida, habiendo cinco personas, es la primera en decir que no te gusta esa comida. Me he dado cuenta que tus brazos siempre estarán abiertos a algo tan imperfecto, como lo soy yo, a que tu corazón sabe comprender cuando necesito a una amiga y a que tu fuerza y tu amor me han sabido dirigir por la vida, enseñándome lo que está bien y lo que no.
También me enseñaste a que debo ser algo en esta vida, a que no me tengo que quedar de brazos cruzados y debo ser lo que quiera ser, sin que nadie ni nada pueda impedirlo.

Muchas gracias por darme todas esas alas para poder volar, guardaré cada momento, cada risa, cada llanto y cada enfado, en esta cosa de color rojo que tengo dentro de mi, llamada corazón.

Atentamente: Tu hija, que te quiere.  

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Vivir o morir.

Pensamientos que rondan por tu cabeza, que corretean por tu mente como si la sangre corriera por las venas de cada parte de tu cuerpo, son completamente diferentes al resto, o bueno, eso nunca se sabe, por el simple hecho de que no puedes adivinar lo que piensan todas y cada una de las personas de este mundo (y mira que me gustaría, pero solo a ratos y en el momento exacto que deseara). Es cuando esos pensamientos te hacen recordar pequeños momentos, unos malos, otros buenos y otros que nunca quieres recordar pero tu cerebro te obliga a hacerlo.

En esos pensamientos en los que ocurren momentos, aparecen personas, personas que quizás cambiaron tu vida a mejor o a peor, pero algo de la vida te enseñaron y si cometiste algún error, aprendiste de algo que te puede ayudar a seguir, a saber como va todo esto, a no perder el rumbo de este tren, pero sobre todo, a no perder tu propio camino que te lleva a la vida y a saberla controlar.

Porque la vida sigue, no tienes que parar en cada caída, debes seguir pase lo que pase, venga lo que venga y tienes que aprender a que la tristeza no te domine una vez más, a que tú puedes más que ella y encontrarás algún día la felicidad absoluta al 100%. No morirás así como así, no desaparecerás porque si, solo estás en un abrazo oscuro entre la mitad de la noche cuando los ángeles gritan porque no quieres vivir la mentira en la que puedes llegar a creer. En el tiempo de la vida o de la muerte y nunca olvidaré <<el momento>> en que la historia continúa.

Followers